martes, 14 de octubre de 2014

Nuestro tiempo verbal

Teníamos toda la vida por detrás

y la mitad de la noche por delante.

Entonces pasó lo que tenía que pasar,

que el presente se folló al pasado

y el futuro, totalmente desnudo,

se corrió de ganas por llegar. 

 

jueves, 8 de mayo de 2014

Una habitación con vistas

Cada vez que os venden París
como la ciudad del amor
o pagáis por ver amanecer,
me río.
Porque no sabéis
lo que es ver salir al sol
por encima de su hombro,
ni habéis visto caer Berlín
en los muros de pared de su cuarto,
ni perdisteis la guerra fría
por atrincheraros en sus sábanas
cualquier asquerosa mañana
que de no haber sido por ella
no estaría marcada en ningún calendario.


jueves, 10 de abril de 2014

Lo sé





Si vis pacem, para bellum

 Cargáis la mentira

 dentro de las palabras

 sin ni siquiera

 temblaros el pulso

 o la voz,

 y escupís con firmeza

 juramentos

 que retroalimentan

 las esperanzas del Pueblo.

 

 Y nos ponéis etiquetas,

 y nos vendéis vuestras armas;

 nos enseñáis a robar,

 a extorsionarnos,

 a acuchillarnos por la espalda,

 a mirarnos según el color

 azul o rojo

 de vuestras putas etiquetas,

 a dispararnos

 por defender el honor

 de unos líderes

 que nunca creamos

 y en los que nunca creeremos. 

 

 Y desde vuestros sillones de piel,

 brindando con nuestra sangre,

 sudor y lágrimas,

 apostáis entre vosotros

 en un tablero lleno de estadísticas;

 os jugáis nuestras casas,

 nuestros colegios,

 nuestros hospitales,

 nuestras pequeñas empresas;

 frivolizáis entre risas y buen whisky

 con las enfermedades de los obreros,

 con la educación de nuestros hijos,

 con nuestros pequeños sueños,

 con los muertos de otra época…

 

 Pero obviáis

 que dentro de vuestra estadística

 cada vez pesa más el dolor

 y probablemente, algún día,

 el tablero acabe dándose la vuelta;

 y quizá se mezclen y unan

 las fichas de cada color.

 

 Entonces

 será cuando os levantemos

 de vuestros sillones

 y comience nuestra guerra.

 

 

 

 

lunes, 3 de febrero de 2014

Decálogo

(a propósito de Año Nuevo, o de Nosotros)

1.
Esperar
a ver pasar el mal tiempo
con buena cara,
o comprender que este cielo
seguirá lloviendo
hasta que las nubes
le dejen de doler.

2.
Ser capaz
cada día
de hacer que
se te escape una sonrisa.
Y si es necesario,
correr tras ella.

3.
Aprender
a distinguir el bien del mal,
y evitar el infierno
que puede llegar a ser:
no acabar en el cielo
de tu boca.

4.
Olvidar
las falsas buenas formas,
aunque eso implique
omitir cada línea
de un cuerpo
que te acabaste aprendiendo
de memoria.

5.
Contar
todo el tiempo
que nos podríamos ahorrar
en tener que dar o pedir
explicaciones,
y empezarlo a gastar
en quitarnos la ropa.

6.
Creer
en la posibilidad,
por pequeña que se presente,
sin dejar de apostar
y aun a sabiendas de que:
los corazones
son como las estadísticas
y están para romperse.

7.
Atreverse,
aunque ello
conlleve perder,
y porque a veces
el FIN
solo justifica
los miedos.

8.
Cejar
en nuestro empeño
tan matemático
de dar
con la fórmula del amor,
entendiendo
que en cosa de dos
nunca nos salen las cuentas.

9.
Prometernos
no ser
como todas esas parejas
que ayer no podían vivir
sin darse la mano,
y que hoy solo les interesa
no dar su brazo a torcer.

10.
Intentar
llegar de puntillas
a cada final de mes,
sin asistir demasiado pronto
a nuestro propio entierro,
y sin llorar a destiempo
todo aquello que reímos ayer.