martes, 18 de agosto de 2015

Balas en la recámara

Lo escondí en un cajón hace cuatro años, entre un montón de fotos, unas cuantas cartas boca abajo y una colección de poemas que nunca le entregué. Después lo sellé, como quien guarda el tacto de alguien en una caja, como quien cierra un pacto de sangre, como quien embala sus cenizas a la hora de viajar. No contento con esto, eché también la llave. Me costó, más o menos, la medida de tiempo que reza Sabina en aquella canción “19 días y 500 noches” el encontrar un lugar donde guardarla. Así que me la tragué. Pero existen llaves maestras y sellos que llegan a todas partes; no me quedaba tranquilo, y lo blindé. Lo blindé como se blinda un corazón después de que te lo hayan robado, como se blindan los gobiernos cuando saben que el Pueblo tiene la razón, como un tanque haciendo la calle.

 

Ni esconderlo, ni sellar el cajón, ni cerrarlo con llave, ni siquiera blindarlo me sirvió para deshacerme de su recuerdo. Cuatro malditos años malgastados en crear un búnker en miniatura que me alejase de un recuerdo tan grande, para bajar a la calle y coincidir con ella. Así que, inevitablemente, todo saltó por los aires, como una bomba atómica dentro de un contenedor. Del mío.

 

Subí al piso de nuevo y fui corriendo a asomarme al cajón. No hay nada más macabro que encontrarte algo intacto en mitad de un desastre. Y así me lo encontré: ligeramente abierto pero íntegro, como una pequeña broma de mal gusto que espera convertirse en una película de terror. Retiré las fotos, las cartas y los poemas, y cogí mi revólver; así se le debería llamar a mi recuerdo. Lo empuñé y saqué tres de las cuatro balas que vivían dentro. Después puse a prueba mi suerte y giré un par de veces el tambor.

 

 Al fin y al cabo, hemos venido a jugar ¿no?

 

 

Tengo una bala

grabada con tu nombre

en la recámara

y cada vez

más putas ganas

de atravesarme la sien.

 

 

 

…Click.

 




 *Colaboración para De Krakens y Sirenas:
https://dekrakensysirenas.wordpress.com/2015/07/30/balas-en-la-recamara/


jueves, 6 de agosto de 2015

Peligro de Extinción

Míranos,
ayer jugando con fuego
y hoy buscando la manera de apagar
la dichosa alarma de incendios.
¿Sabes qué?
Me gustaba más
vernos arder.