jueves, 10 de abril de 2014

Lo sé





Si vis pacem, para bellum

 Cargáis la mentira

 dentro de las palabras

 sin ni siquiera

 temblaros el pulso

 o la voz,

 y escupís con firmeza

 juramentos

 que retroalimentan

 las esperanzas del Pueblo.

 

 Y nos ponéis etiquetas,

 y nos vendéis vuestras armas;

 nos enseñáis a robar,

 a extorsionarnos,

 a acuchillarnos por la espalda,

 a mirarnos según el color

 azul o rojo

 de vuestras putas etiquetas,

 a dispararnos

 por defender el honor

 de unos líderes

 que nunca creamos

 y en los que nunca creeremos. 

 

 Y desde vuestros sillones de piel,

 brindando con nuestra sangre,

 sudor y lágrimas,

 apostáis entre vosotros

 en un tablero lleno de estadísticas;

 os jugáis nuestras casas,

 nuestros colegios,

 nuestros hospitales,

 nuestras pequeñas empresas;

 frivolizáis entre risas y buen whisky

 con las enfermedades de los obreros,

 con la educación de nuestros hijos,

 con nuestros pequeños sueños,

 con los muertos de otra época…

 

 Pero obviáis

 que dentro de vuestra estadística

 cada vez pesa más el dolor

 y probablemente, algún día,

 el tablero acabe dándose la vuelta;

 y quizá se mezclen y unan

 las fichas de cada color.

 

 Entonces

 será cuando os levantemos

 de vuestros sillones

 y comience nuestra guerra.